skip to main |
skip to sidebar
Vi un cielo azul y todos los azules,
del blanco al verde
todo el abanico de los álamos
y sobre el pino, más aire que pájaro,
el mirlo blanquinegro.
Vi al mundo reposar en sí mismo.
Vi las apariencias.
Y llame a esa media hora:
Perfección de lo Finito.
2 comentarios:
ostras me gusta un montón eso que has escrito.
desde luego todos soñamos con esa perfeccion, pero infinita.
Jajajaja vaya experiencia con el chicle. A mí no me ha pasado, afortunadamente. No todavía.
¿Amazin grace? Perdón, ¿de qué me hablas?
Muá.
Publicar un comentario